Rapidito les cuento que los ermitaños, los extraños, los anacoretas, siempre han existido
.Noticias como la de la mujer que permaneció voluntariamente 500 días en una cueva de Granada, España para realizar estudios científicos, o la mujer que se casó con un muñeco de trapo, escandalizan y se vuelven motivo de pláticas de café.
El cine ha abordado esta variante del aislamiento humano, con comedias, películas de terror y ha logrado verdaderas joyas como «Chucky», «La novia de Chucky», o «Air doll» de Hirokazu Kore-Eda.
Los españoles han realizado películas con historias absurdas, como «El anacoreta», de Juan Esterlich, con Fernando Fernan Gómez, como un adulto mayor que se encierra en su baño y se niega a salir; o «De tamaño natural», de García Berlanga, con Michel Picoli como un hombre que compra una muñeca de plástico a la que tiene que estar regañando a cada rato.
Rapidito les cuento que Andrew McCarthy filmó en 1987 «Maniquí» donde una muñeca toma vida temporalmente…
Ya me voy, pero termino antes mi propuesta, no hay nada nuevo bajo el sol, en el siglo V, Simón el Viejo, cerca de Alepo, Siria, vivió más de 30 años subido a una columna, alejado de las tentaciones del mundo.
Ahora si, ya me fuí, voy a decirle a Alexa que ponga música de Kitaro, vamos a cenar juntos.
Angel Reyna 