(Redacción) Guanajuato capital recibió el fin de semana, como invitado especial a la festividad previa a Semana Santa, de «La Judea», originaria de Purísima del Rincón, Guanajuato en 1873 con una creación del pintor retratista Hermenegildo Bustos Hernández, que nació en esa ciudad en 1832 y murió en 1907 en el mismo poblado.

¿Y QUIÉN FUE HERMENEGILDO BUSTOS?
Sus padres fueron José María Bustos y Serafina Hernández, pintó, desde muy temprana edad, en sus tiempos libres. Siguió los pasos de su padre, quien redactaba los hechos de la vida cotidiana de Purísima, y se convirtió en cronista: registraba nombres, fechas y sucesos con minuciosidad. Entre los oficios a los que se dedicaba se encuentran: nevero, albañil, hojalatero, sastre, carpintero, escenógrafo, músico, escultor, se dice que también fue un incipiente arquitecto, historiador y un aficionado a la astronomía.
Estudió por seis meses con el pintor Juan Nepomuceno Herrera, quien le enseñó poco y sólo lo utilizó como sirviente. Además de esto, Bustos no recibió ninguna formación académica, por lo que fue un pintor autodidacta.
Bustos fue un hombre humilde, sencillo y orgulloso de su origen que se autocalificaba como pintor aficionado; solía decir indio soy y a mucha honra aunque su origen era mestizo. Nunca dejó su ciudad natal y su fidelidad también se tradujo en la técnica que utilizaba, principalmente óleo.
Su pintura fue fruto de una cultura europea que se infiltró y surgió como una respuesta a necesidades espirituales específicas de su comunidad. Fue un pintor con sello único y original.
Una de las características más importantes de sus retratos es la fuerza psicológica penetrante: las facciones trascienden el paso de los años y transmiten sentimientos intemporales.
El cuerpo de sus personajes está reducido al mínimo necesario y las manos están empeñadas en sostener objetos, lo cual constituye otra señal de identidad. Tuvo una gran riqueza de detalles y una excelente calidad en la preparación de pigmentos. Fue denominado como un cronista visual en su región.
Durante su viaje por el país el Presidentr Don Benito Juárez tuvo una estancia de dos semanas en Purísima del Rincón, Bustos lo visitó para pintarlo, guardó la obra en su casa y se dice que a su muerte, el retrato fue destruido.
«La Judea» es una representación popular de la Pasión de Cristo, con énfasis en el rol que jugó Judas Izcariote en Semana Santa, la estructura de esa representación, el diseño de las máscaras que usan los participantes, fueron obra de este retratista en miniaturas que llega al siglo XXI como uno de los grandes pintores mexicanos del siglo XIX.