(Redacción) el exceso de visitantes, de pleitos callejeros, una señora herida con arma blanca y ausencia de seguridad… se acabó de pronto el Carnaval de Tepoztlán, Morelos… los Chinelos regresaron a casa antes de lo esperado.
En Mazatlán coronaron a Alejandra I, en Veracruz tienen problemas con los patrocinios… los Saturnales romanos están vivos… a pesar del Covid-19, la violencia y la inflación.
Venecia y sus enmascarados medievales, Nueva Orleans y su mezcla de culturas, el Caribe mexicano como atracción turística previa a la Cuaresma. Pueblos del centro del país como Huejotzingo, Puebla, ciudades hermosas como Campeche… todos dan rienda suelta a los excesos de la carne.
Desde el jueves 16 y hasta hoy, en la mayoría de las ciudades de carnaval, como Río de Janeiro, Brasil, turistas y locales salen a la calle dispuestos a vivir sin límites.
Cozumel y Cancún, viejos y nuevos carnavsles, quizá el más antiguo es Mazatlán, Sinaloa, vivo desde 1898, y espectáculos callejeros con carros alegóricos llenos de color y decorados exhuberantes.
Los Saturnales pre Cristianos son el antepasado de esta fiesta cristiana que da permiso al exceso previo al Miércoles de Ceniza y los 40 díad previos al Domingo de Ramos que piden a los creyentes ayuno, limosna y abstinencia.




Hoy es válido rebasar las reglas, mañana se recordará que «polvo somos y en polvo nos convertiremos»