(Redacción) «Pedery Mason» muestra la cloaca de los Ángeles de la Gran Depresión a partir del secuestro y asesinato de un pequeño de un año. El investigador privado creado por Erle Stanley Gardner y revitalizada por Rolin Jones y Ron Fitzgerald en 2020 es fiel reflejo de la «Novela negra>» estadounidense de los años 30 del siglo pasado, un ex militar de la Gran Guerra, sarcástico, pobre, indiscreto, vago y dispuesto a todo por encontrar la verdad.
La serie de HBO signature se transmite estos días con sus ocho capítulos y crea un ambiente favorable para el estreno, el próximo lunes 6 de marzo a las 20:30 horas, de la segunda temporada de esta nueva versión del detective que sobrevive entre las inmundicia de Los Ángeles, la nueva Sodoma, algo parecido al filme «Babylon» que se exhibe actualmente en Torreón.
El premiado Mattew Ryce, caracteriza a Mason, un investigador privado desaliñado, abandonado por su esposa y capaz de cualquier locura que esté a punto de hundirlo aún más en la tristeza. Lo acompañan en este resbaladero su amante ocasional, la latina Lupe (Veronica Falcon), el abogado respetado Elias Birchard (John Litghow) Juliet Rylance (Della Street) como la secretaria que oculta datos y Shea Whigham (Pete Strickland) su abnegado compañero.
Entre los personajes oscuros están Tatiana Maslany como la predicadora Alice y Gyle Rankin en el rol de la acusada de asesinato Emily Dodson. Y entre todos los fuegos está el patrullero de barrio interpretado por Chris Chalk.
«Todos somos culpables de algo» es el subtìtulo de «Perry Mason», miniserie sobre la decadencia moral de una gran ciudad que sobrevive en la Gran Depresión, los directores son Tim Van Patten y Deniz Ganze.
El que busca encuentra.
Angel Reyna 