Rapidito les cuento que el mundo no alcanzó a reflexionar, se aceleró tanto el cambio de lo analógico a lo digital que nuestro mundo es virtual en buena medida. En ocasiones para bien, aunque ahí estaban y eran presenciales los museos, los cines, los festivales de arte; en la era pandémica hemos volteado a los www y nos sumergimos en un mundo nuevo para muchos que no tiene luz al final del tunel.
De lo bueno de este claustro: Ambulante inbiciará mañana un festival que subraya los tiermpos que vivimos de re valoración cultural y política. El ciclo de documentqales Afrovisiones presentará material fundamental para entender los tiermpos difíciles que se viven en la Unión Americana con la política de supremacía blanca que encabeza Donald Trump desde su despacho.
Vea “No soy tu negro” y luego platicamos.
En el tema de los cambios de conducta por mjuchas razone,s no solo la pandemia del Covid-19, los museos están cambiando, de no hacerlo morirán, se llenarán de telarañas. Sobran ejemplos, uno de ellos es el Museo Arocena que fortaleció sus ideas de mercadotecnia para atraer público: visitas guiadas exclusivas, tienda de regalos, en el antiguoi buzón de opiniones se dejan ahora fotografías e impresiones sobre la visita al recinto…
Otro ejemplo está invernando, no lo ha hecho rapidito, pero cuando regrese tendrá que actualizar su esencia misma: las bibliotecas. El Tec de Monterrey y su impresionante centro de documentación en el “Servilletero” de su campus regio complementó la idea de una biblioteca sin silencio, con aulas abiertas de clases, libros digitales en cantidades industriales, mobiliario de colores para trabajar en equipos, pizarrones digitales… ah y también tienen libros impresos.
Ya me fui.